Por Carla Bastidas
No cabe duda de que la aparición del coronavirus (COVID-19) ha provocado una crisis mundial, pues el tema número uno en la agenda de prácticamente todos los países está relacionado a enfrentar esta pandemia, declarado así por la Organización Mundial de la Salud en febrero de este año (2020).
El hecho de no tener una vacuna que pueda controlar la ola de contagios o un tratamiento médico comprobado para combatir este virus, ha conllevado a una tarea titánica alrededor del mundo para evitar su propagación y el colapso de los sistemas de salud.
Es claro que no todos los países tienen los mismos recursos o nivel económico para controlar esta crisis humanitaria y el arma más eficaz que tenemos en común para luchar contra este enemigo silencioso se ha convertido en el famoso #QuédateEnCasa. Quedarnos en casa, obviamente, disminuye la probabilidad de contraer el virus, así, la capacidad de los hospitales para tratar a todos los pacientes con síntomas graves de coronavirus, no se vería afectada.
Esto ha cambiado totalmente el estilo de vida que hemos estado acostumbrados a llevar, ya que nos vemos obligados a trabajar, estudiar, distraernos y llevar a cabo cualquier otra actividad exclusivamente desde casa. Las estrictas medidas de aislamiento han llevado a todo el planeta a parar todas sus actividades, dejando ciudades vacías y silenciosas, algo que nuestra generación nunca ha tenido que presenciar.
Sin embargo, aunque esto sea un encierro para los humanos, parece ser una tregua para la naturaleza. No han parado de circular por redes sociales videos de animales salvajes que caminan en “nuestras” calles, en “nuestro” espacio, sin temor, mientras nosotros nos limitamos a verlos desde una ventana. Parece ser que la naturaleza nos ha obligado a pararlo todo para que ella pueda descansar y renovarse después de tanto daño que le hemos causado.
Durante esta lucha exclusivamente desde casa y hospitales contra este enemigo invisible, datos proporcionados por agencias espaciales como la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio) y la ESA (Agencia Espacial Europea), han confirmado la disminución significativa de gases contaminantes en la atmósfera.
Específicamente, el dióxido de nitrógeno (NO2), gas emitido por el motor de los vehículos y plantas industriales ha disminuido significativamente (Earth Observatory NASA, 2020).
Esto se ha podido evidenciar en mapas proporcionados por la NASA de los países más afectados por el coronavirus, como lo son China e Italia debido a las estrictas medidas de aislamiento. Los indicadores de contaminación pasaron de rojo/naranja (niveles más altos de NO2) a azul (niveles más bajos de NO2) (véase Figura 1 y 2).
Figura 1. Disminución drástica de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en China antes de la cuarentena (01-20 de enero del 2020) y durante la cuarentena (10-25 de febrero del 2020 (Earth Observatory NASA, 2020)
Figura 2. Drástica disminución de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en Wuhan, China durante los meses de enero y febrero del 2020 en comparación al año 2019 (Earth Observatory NASA, 2020)
El transporte aéreo también ha disminuido significativamente en un 60 a 70% a nivel mundial, lo que trae consigo también una disminución considerable de gases contaminantes. De acuerdo con los datos de Statista (marzo 2020), la disminución del número de pasajeros aéreos en varios países supera el 90%, alcanzando incluso un 98% en Italia.
A nivel general, la semana del 22 de marzo del 2020 en Europa hubo una reducción del casi 88% de vuelos, comparados con el mismo día del 2019. En el caso de China, se espera que, en el primer quimestre del 2020, alrededor de 33 millones de personas no hayan viajado por vía aérea. Además, se estima que habrá un 90% de reducción en el tráfico aéreo en Europa durante el segundo quimestre del 2020 si se continúan con dichas restricciones (Statista, 30 de marzo del 2020). Esto se ha podido evidenciar también en América Latina, en donde los países han cerrado sus fronteras terrestres, aéreas y marítimas.
Según un reporte emitido por la revista CarbonBrief (febrero, 2020), las emisiones de dióxido de carbono en China han disminuido en un 25%, lo que equivale a 200 toneladas métricas de CO2 durante un periodo de 4 semanas de cuarentena. De acuerdo con la BBC (19 de marzo 2020), investigadores de Nueva York han afirmado que cerca del 50% de emisiones de monóxido de carbono, provenientes del sector automotor, también han disminuido en comparación con el año pasado.
Del mismo modo, se esperaría que la reducción de la deforestación, explotación de recursos naturales, tráfico marítimo y las industrias en general, no solo permita una limpieza de nuestro aire sino también de ríos, mares y suelos alrededor del mundo.
Irónicamente, la cuarentena que hemos llevado a cabo en las últimas semanas a causa de un virus que ataca las vías respiratorias, ha provocado que respiremos un aire mucho más limpio, lo que mejoraría la salud de las personas con problemas respiratorios como asma o alergias.
Marshall Burke, investigador de la Universidad de Stanford mencionó que el mejoramiento de la calidad del aire en China pudo haber salvado la vida de 4.000 niños menores de 5 años y 73.000 adultos mayores de 70 años, incluso superando en 20 veces al número de muertes ocasionadas directamente por el coronavirus (Político, marzo 2020).
Sin embargo, las consecuencias ambientales a causa del COVID-19 no son del todo positivas. Hay otros factores que se deben tomar en cuenta en términos de contaminación ambiental, como por ejemplo la generación de una gran cantidad de residuos hospitalarios.
De acuerdo con la revista Político (marzo 2020), la ciudad de Wuhan en China cuadruplicó la generación de sus residuos hospitalarios en más de 200 toneladas diarias, mismos que son incinerados para evitar futuros contagios. Lo gases generados durante dichas incineraciones pueden contaminar la atmósfera de no ser tratados previo su liberación al ambiente. Cabe resaltar que, debido a la cuarentena, la demanda de energía eléctrica, internet y agua también aumentaría considerablemente.
No obstante, las consecuencias positivas en el medio ambiente sobrepasan las negativas debido a esta emergencia sanitaria a nivel mundial. Es evidente el mejoramiento en la calidad del aire y agua alrededor del mundo durante este periodo de tiempo.
Sin embargo, es probable que estos acontecimientos positivos para el medio ambiente duren lo que dure la batalla contra este virus, y una vez superada, volvamos a nuestra antigua “normalidad”, haciendo oídos sordos a la crisis climática. El cambio climático y la contaminación ambiental también es considerado una crisis, pero lamentablemente lo hemos estado dejando en segundo plano ya que un río contaminado o un mar lleno de plástico no nos afecta tan personalmente como lo está haciendo un virus.
Es importante entender que la lucha contra la contaminación ambiental protege no solo a la naturaleza sino a nosotros mismos. Proteger y respetar el medio ambiente nos va a permitir vivir en un mejor equilibrio con la naturaleza, incluso protegiéndonos de la aparición de futuras pandemias.
Debemos entender que la crisis por el coronavirus que estamos viviendo actualmente no es más importante que la crisis climática, que, una vez superada esta etapa, es fundamental que cambiemos nuestra forma de vida a una mucho más sostenible, más ecológica, y hacerlo con el mismo ahínco con el que nos estamos cuidando ahora, ya que no podemos superar una crisis sino la tratamos como tal.
Reconozcamos que es muy importante proteger nuestros recursos naturales para proteger nuestra casa que no es precisamente la de cuatro paredes en la que estamos ahora encerrados sino aquella donde las paredes sean las montañas verdes y nuestro techo, el cielo azul.
Fuentes:
Statista (30 de marzo 2020). Coronavirus: impacto n the aviation industry worldwide -Statistics and Facts. Disponible en: [https://www.statista.com/topics/6178/coronavirus-impact-on-the-aviation-industry-worldwide/] (visto el 1/04/2020).
Earth Observatory NASA (marzo 2020). Airborne Nitrogen Dioxide Plummets over China. Disponible en: [https://earthobservatory.nasa.gov/images/146362/airborne-nitrogen-dioxide-plummets-over-china] (visto el 1/04/2020).
CarbonBrief (19 de febrero 2020). Analysis: Coronavirus temporarily reduced China`s CO2 emissions by a quarter. Disponible en: [https://www.carbonbrief.org/analysis-coronavirus-has-temporarily-reduced-chinas-co2-emissions-by-a-quarter]. (visto el 1/04/2020).
POLITICO (12 de marzo 2020). 6 Ways Coronavirus is changing the Environment. Disponible en: [https://www.politico.eu/article/6-ways-coronavirus-is-changing-the-environment/]. (visto el 1/04/2020).
BBC News (19 de marzo 2020). Coronavirus: Air pollution and CO2 fall rapidly as virus spreads. Disponible online en: [https://www.bbc.com/news/science-environment-51944780] (visto el 1/04/2020).