Por Carla Bastidas

Los sonidos pueden convertirse en indeseables cuando generan un estrés en los oídos que es capaz de cambiar el estado de ánimo y generar esos fuertes dolores de cabeza, en especial en un día común de tráfico vehicular. En este punto, el sonido recibe el nombre de ruido y se convierte en ese enemigo que nadie se imagina pero que poco a poco va deteriorando la salud de las personas, y dependiendo de su nivel, puede arrebatar algo tan preciado como la capacidad de oír. El desconocimiento y la falta de cuidado convierte a la contaminación acústica como un enemigo paradójicamente silencioso.  

La contaminación acústica es mucho más preocupante en ciudades urbanas, en donde se concentra alrededor del 55% de la población mundial y donde existe un mayor crecimiento económico (OMS, 2020).

La Directiva 2002/49/EC de la Unión Europea, define la contaminación acústica como un sonido desagradable, creado por las actividades humanas; por ejemplo, el procedente de vías o carreteras, aeropuertos y sitios industriales. Estudios demuestran que las personas que viven cerca a los aeropuertos o calles muy transcurridas tienden a sufrir dolores de cabeza, insomnio, y son más vulnerables a sufrir accidentes menores y buscar tratamiento psiquiátrico.

Efectos en la Salud

La Academia Australiana de Ciencias (2017) mencionó que el ruido excesivo en ciudades urbanas estaría relacionado con una baja concentración, baja productividad en el lugar de trabajo, dificultades en la comunicación, fatiga, insomnio e incluso pérdida de la audición. De acuerdo con un reporte realizado por la Organización Mundial de la Salud (2016), la exposición prolongada al ruido puede provocar una serie de afecciones como las detalladas a continuación:

Se calcula que unos 1100 millones de adolescentes y jóvenes corren riesgo de sufrir pérdida de audición debido al uso excesivo de aparatos de audio personales y a la exposición constante en lugares de ocio en donde el ruido es nocivo para la salud (OMS, 2015).

¿Cómo saber si un sonido es nocivo para la salud?

El sonido se mide en decibeles (dB) y esto permite definir los niveles de sonido que se convierten en nocivos para la salud. Por ejemplo, el sonido del movimiento de las hojas es de 20 a 30dB, un trueno en cambio llega a los 120 dB o la alarma de una sirena puede llegar hasta 140dB.

Según la OMS (2015), sonidos que sobrepasen los 85dB son considerados dañinos para el oído e incluso puede alterar la estabilidad de los ecosistemas, ya que la salud de animales terrestres y marinos se puede ver gravemente afectada al percibir sonidos muy fuertes (National Geographic, 2020). En la siguiente tabla se muestran los niveles de intensidad de los sonidos en escala de decibeles.

Fuente: Tomado de Gil-Loyzaga (2017)

Es importante notar que el nivel de peligrosidad depende del tiempo de exposición. La Directiva 2003/10/CE del Parlamento Europeo recomienda un tiempo máximo de exposición para ciertos niveles considerados nocivos, como los que se describen a continuación:

-120 a 140 dB: daño irreversible en un par de segundos
-107 dB: 1 minuto al día
-101 dB: 4 minutos al día
-95 dB: 15 minutos al día
-92 dB: 30 minutos al día
-86 dB: 2 horas al día
-80 dB: 8 horas al día

La OMS (2009) en su guía para controlar los niveles de ruido aconseja que, durante el día la exposición al ruido no debe superar los 55dB (ruido común en una calle muy transitada) y los 40dB durante la noche (nivel de sonido en una calle residencial silenciosa).

Beneficio de las barreras verdes

Las barreras verdes absorben los sonidos y los aíslan de ambientes interiores como en casas o edificios. Normalmente el diseño de las ciudades como por ejemplo el ancho de calles, la altura y ancho de edificios, y las características del material de construcción son factores claves a la hora de disipar el ruido (Dimitrijevic y otros, 2017).

Estudios han mostrado que la mecánica vibracional de las plantas provocada por las ondas acústicas, permiten que la energía del sonido se convierta en calor. Además, la presencia del suelo o tierra bloquea las frecuencias bajas de sonido, mientras que las estructuras vegetales las frecuencias altas (Azkorra y Urrestarazu, 2015). En el siguiente infograma se muestra los tipos de barreras verdes que se pueden utilizar para minimizar los impactos del ruido.

Fuente: Dimitrijevic y otros (2017)

Cabe destacar que el ancho y alto de la vegetación que se use, es linealmente proporcional a la cantidad de sonido que es absorbido (Azkorra y Urrestarazu, 2015). Es así que, el uso de especies vegetales como medida para contrarrestar los efectos nocivos del ruido, representan una gran alternativa de protección acústica tanto para ciudades como viviendas.

Fuentes:

Academia Australiana de Ciencias. (2017). “Health effects of environmental noise pollution”. Disponible en: [https://www.science.org.au/curious/earth-environment/health-effects-environmental-noise-pollution]

Akzorra, Z., Pérez, G., Coma, J., Cabeza, L., Bures, S., Álvaro, E., Érkoreka, A., Urrestarazu, M. “Evaluation of green walls as passive acoustic insulation system for buildings”. Applied Acoustics. 89: 46-56.

Babisch y Kim. (2016). “Environmental Noise and Cardiovascular Disease”. Capítulo del artículo titulado “Burden of disease from environmental noise” publicado por la Organización Mundial de la Salud. Disponible en: [https://www.who.int/quantifying_ehimpacts/publications/e94888.pdf?ua=1]

Dimitrijevic, D., Zivkovic, P., Dobrnjac, M., Latinovic, T. “Noise pollution reduction and control provided by green living systems in urban areas”. Scientific Proceedings III International Scientific-Technical Conference “Innovations”. Pp: 124-127.

OMS- Organización Mundial de la Salud (2009). “WHO night noise guidelines for Europe”. Disponible en: [http://www.euro.who.int/en/health-topics/environment-and-health/noise/policy/who-night-noise-guidelines-for-europe]

OMS- Organización Mundial de la Salud (2015). “Escuchar sin riesgos”. Disponible en: [https://www.who.int/pbd/deafness/activities/MLS_Brochure_Spanish_lowres_for_web.pdf]

OMS- Organización Mundial de la Salud (2016). “Burden of disease from environmental noise”. Disponible en: [https://www.who.int/quantifying_ehimpacts/publications/e94888.pdf?ua=1]

 OMS- Organización Mundial de la Salud (2020). Urban Health. Disponible en: [https://www.who.int/health-topics/urban-health]

National Geographic (2020). “Noise Pollution”. Disponible en: [https://www.nationalgeographic.org/encyclopedia/noise-pollution/]

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